No tenía otra opción si deseaba permanecer fiel a lo que soy con lo que sentía por dentro, si no me dedicaba al arte más adelante en la vida. En la transición del sector corporativo al mundo del arte, transformé mi vida en función de las experiencias, los valores y las perspectivas globales que aprendí en el camino. El mundo ha dado forma a mi filosofía y pasión por la humanidad, lo que a su vez impactó la forma en que me acerco a todas las formas de arte. Mi trabajo infunde emoción desde las áreas más oscuras de la humanidad hasta la iluminación espiritual. Las acciones que tomé en la vida reflejan los valores inculcados por mis maravillosos padres. Vivo la vida con el corazón en la manga y creo en la total transparencia para que la verdad se pueda ver, sentir y expresar.  

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He tenido la suerte de que mi trabajo haya impactado a la humanidad a través del amor, el arte, el cine, las esculturas y ahora las palabras. También he tenido la suerte de que mi trabajo sea comisionado y propiedad de coleccionistas privados, celebridades y aquellos que valoran mi movimiento por la humanidad.